HUMOR BASADO EN HECHOS REALES
MANOLO ROYO
50 AÑOS HACIENDO REIR A TODOS
MANOLO ROYO
50 AÑOS HACIENDO REIR A TODOS
Royo, Manuel Humorista
Nació en Caspe (Zaragoza) el 14 de Enero de 1951
Sin duda una sonrisa gana un cielo, y los ojos limpiamente sorprendidos de un niño, suspendidos quizá, en nubes de risas incontenibles, tendría que ser el argumento suficiente y necesario, para dar a las gentes de la farándula y el circo, el mejor de nuestros recuerdos. Inventar la risa, pudiera ser tan suave como la rosa, en un mundo que todavía viste demasiadas lágrimas; por es eso nos parece urgente que de entre nosotros aparezcan, en feliz realidad, personas como Manolo Royo, alguien que ha dejado escapar desde su íntima alegría, la mejor de las aventuras posibles, el regalo de una risa.
Manolo Royo había entendido su propia necesidad para regalar humor; apoyado por una vocación definida desde sus primeros años de juventud, Cuando en evocadora alternancia, buscaba las horas de humor, entre sus compañeros de clase, entre sus ratos de estudio. Amaba Manolo Royo, transmitir su ánimo disfrazado a veces de ademanes y mimos exagerados, de rostro y ojos inexpresivos, de un espíritu libre y sin fronteras derramándose ante todos con el convencimiento de una alegre actitud ante la vida.
Manolo Royo, estamos seguros, aprendió la mejor técnica para ofrecernos ese humor sencillo y directo que siempre ha manejado; podía haber sido su capacidad de mirar al mundo, con un saco de ironía entre sus pupilas. Por eso era capaz de crear humor. Sus personajes, al fin y al cabo, tan naturales como los días que lentamente vemos pasar alrededor de nosotros; inventaba sus protagonistas para a risa, el Cateto, el Niño, son sacados de la vida misma; Manolo Royo inventa en cada momento la palabra para la carcajada abierta, y a lo mejor dibuja los momentos en que solicitaba -en pirueta recíproca con un público expectante-, el ejercicio sano e inocente de un suspiro cargado de ironía.
Humor para todos; la risa universal que por ello alcanza su verdadera dimensión y que sólo el artista de una recia personalidad, podría trasladar a los hombres y mujeres que se convierten, a fuerza de genial interpretación, pasaportes y notarios de un hombre con alma de cómico como Manolo Royo.
No haría falta saber de sus datos personales, para entender que Manolo Royo es Aragonés; no sería preciso el recordar ahora aquellos diálogos inolvidables del mañico, un poco zurrón, un mucho sagaz, con el que parece rinde homenaje permanente a su tierra; su puro acento sobre todos los escenarios de España, dan certeza de una raíz inconfundible. Aragonés por España. Y es ahora, cuando el mundo reconoce los valores de una profesión, esculpida ya en los enormes carteles de las grandes ciudades, cuando se hace particular y grande el trabajo de Manolo Royo. Aragonés de nacimiento y supranacional por el éxito, la meta conseguida en memoria y nombre desde sus trabajos primeros, cuando en una decisión hacia el futuro allá por el año 70, Manolo Royo inicia una andadura artística ingresando en el mítico circo de los hermanos Tonetti.
Había encontrado un lugar en la vida, su lugar; su vida, que tal vez de manera indecible tenemos cada uno de nosotros. Manolo decidió amar la más alegre cualidad de cualquier persona: hacer reír. Y su palabra incisiva, profesionalmente atropellada en ocasiones, con sus monólogos exultantes y expresivos y en su infinita ocurrencia de la imaginación, alcanzaba el reconocimiento a su ilusión de payaso moderno. de ahí, un rosario de éxitos logrados: en 1977 es Superventas con su disco Thas Pasao y aparece en el programa de TVE de José Mª Íñigo.
Al año siguiente José Antonio Plaza le leva de nuevo a TVE con 625 líneas, y luego marcha a Barcelona para actuaren la Cadena Ferrer, y más tarde llega a Madrid y trabaja en las Salas Xénon, Windsor y Cleofás, en las que demuestra su nivel como artista de forma definitiva. Su calidad traspasa todos los marcos de la profesión, y entrar en el universo de los triunfadores, como artista, en la Zarzuela La Corte del Faraón, en la que como tenor alcanza un triunfo extraordinario. Y es actor de comedias junto a Concha Velasco en Antena 3, y traba con Lina Morgan en la serie "Compuesta y sin novio"; la versatilidad de Manolo, le han hecho con toda justicia un crak de la diversión y el humor. Colabora con la COPE, o actúa durante en una serie titulara El Imprevisible, de 16 programas. y hace cine con Pedro Masó. O graba, de la mano del Maestro Morcillo un CD con diez temas musicales. Las comedias de TVE.
Lleva 120 programas consecutivos de TVE en la primera cadena y por su Canal Internacional, lo que le ha hecho alcanzar una enorme popularidad fuera de nuestras fronteras, haciéndole acudir con frecuencia a países latinoamericanos (Chile, Colombia, Venezuela, etc)
Pero Manolo Royo no acaba aquí su enorme capacidad creativa; su humanidad contrastada en tantos escenarios distintos, hacía verdad un trabajo impresionante que todo el mundo aprecia en su calidad y en extensión. Y es bueno que el mundo se acostumbre a considerar el bagaje artístico profesional que hombres como él, llevan cosido a su personalidad, pero que parecen difuminadas por una actividad incesante y urgente. Manolo Royo posee además la sensibilidad de un artista amplio y completo, y escribe cinco libros, el último prologado por Camilo José Cela, y le premian cuentos escritos, como el Emilio Panach, o crea programas para la televisión y colabora en prensa con articulos.
Es difícil resumir la vida, la obra de Manolo Royo. Y acaso no sea tampoco un momento para la memoria; porque él nos presenta cada día su perenne juventud, que tal vez sea la expresión de un alma risueña, alegre, y el deseo de seguir siendo testimonio de una dedicación humana, tan necesaria, como la de querer transmitir simplemente, lo mejor de la vida. Puede que solo sea, otra forma de ser Aragonés.
Nació en Caspe (Zaragoza) el 14 de Enero de 1951
Sin duda una sonrisa gana un cielo, y los ojos limpiamente sorprendidos de un niño, suspendidos quizá, en nubes de risas incontenibles, tendría que ser el argumento suficiente y necesario, para dar a las gentes de la farándula y el circo, el mejor de nuestros recuerdos. Inventar la risa, pudiera ser tan suave como la rosa, en un mundo que todavía viste demasiadas lágrimas; por es eso nos parece urgente que de entre nosotros aparezcan, en feliz realidad, personas como Manolo Royo, alguien que ha dejado escapar desde su íntima alegría, la mejor de las aventuras posibles, el regalo de una risa.
Manolo Royo había entendido su propia necesidad para regalar humor; apoyado por una vocación definida desde sus primeros años de juventud, Cuando en evocadora alternancia, buscaba las horas de humor, entre sus compañeros de clase, entre sus ratos de estudio. Amaba Manolo Royo, transmitir su ánimo disfrazado a veces de ademanes y mimos exagerados, de rostro y ojos inexpresivos, de un espíritu libre y sin fronteras derramándose ante todos con el convencimiento de una alegre actitud ante la vida.
Manolo Royo, estamos seguros, aprendió la mejor técnica para ofrecernos ese humor sencillo y directo que siempre ha manejado; podía haber sido su capacidad de mirar al mundo, con un saco de ironía entre sus pupilas. Por eso era capaz de crear humor. Sus personajes, al fin y al cabo, tan naturales como los días que lentamente vemos pasar alrededor de nosotros; inventaba sus protagonistas para a risa, el Cateto, el Niño, son sacados de la vida misma; Manolo Royo inventa en cada momento la palabra para la carcajada abierta, y a lo mejor dibuja los momentos en que solicitaba -en pirueta recíproca con un público expectante-, el ejercicio sano e inocente de un suspiro cargado de ironía.
Humor para todos; la risa universal que por ello alcanza su verdadera dimensión y que sólo el artista de una recia personalidad, podría trasladar a los hombres y mujeres que se convierten, a fuerza de genial interpretación, pasaportes y notarios de un hombre con alma de cómico como Manolo Royo.
No haría falta saber de sus datos personales, para entender que Manolo Royo es Aragonés; no sería preciso el recordar ahora aquellos diálogos inolvidables del mañico, un poco zurrón, un mucho sagaz, con el que parece rinde homenaje permanente a su tierra; su puro acento sobre todos los escenarios de España, dan certeza de una raíz inconfundible. Aragonés por España. Y es ahora, cuando el mundo reconoce los valores de una profesión, esculpida ya en los enormes carteles de las grandes ciudades, cuando se hace particular y grande el trabajo de Manolo Royo. Aragonés de nacimiento y supranacional por el éxito, la meta conseguida en memoria y nombre desde sus trabajos primeros, cuando en una decisión hacia el futuro allá por el año 70, Manolo Royo inicia una andadura artística ingresando en el mítico circo de los hermanos Tonetti.
Había encontrado un lugar en la vida, su lugar; su vida, que tal vez de manera indecible tenemos cada uno de nosotros. Manolo decidió amar la más alegre cualidad de cualquier persona: hacer reír. Y su palabra incisiva, profesionalmente atropellada en ocasiones, con sus monólogos exultantes y expresivos y en su infinita ocurrencia de la imaginación, alcanzaba el reconocimiento a su ilusión de payaso moderno. de ahí, un rosario de éxitos logrados: en 1977 es Superventas con su disco Thas Pasao y aparece en el programa de TVE de José Mª Íñigo.
Al año siguiente José Antonio Plaza le leva de nuevo a TVE con 625 líneas, y luego marcha a Barcelona para actuaren la Cadena Ferrer, y más tarde llega a Madrid y trabaja en las Salas Xénon, Windsor y Cleofás, en las que demuestra su nivel como artista de forma definitiva. Su calidad traspasa todos los marcos de la profesión, y entrar en el universo de los triunfadores, como artista, en la Zarzuela La Corte del Faraón, en la que como tenor alcanza un triunfo extraordinario. Y es actor de comedias junto a Concha Velasco en Antena 3, y traba con Lina Morgan en la serie "Compuesta y sin novio"; la versatilidad de Manolo, le han hecho con toda justicia un crak de la diversión y el humor. Colabora con la COPE, o actúa durante en una serie titulara El Imprevisible, de 16 programas. y hace cine con Pedro Masó. O graba, de la mano del Maestro Morcillo un CD con diez temas musicales. Las comedias de TVE.
Lleva 120 programas consecutivos de TVE en la primera cadena y por su Canal Internacional, lo que le ha hecho alcanzar una enorme popularidad fuera de nuestras fronteras, haciéndole acudir con frecuencia a países latinoamericanos (Chile, Colombia, Venezuela, etc)
Pero Manolo Royo no acaba aquí su enorme capacidad creativa; su humanidad contrastada en tantos escenarios distintos, hacía verdad un trabajo impresionante que todo el mundo aprecia en su calidad y en extensión. Y es bueno que el mundo se acostumbre a considerar el bagaje artístico profesional que hombres como él, llevan cosido a su personalidad, pero que parecen difuminadas por una actividad incesante y urgente. Manolo Royo posee además la sensibilidad de un artista amplio y completo, y escribe cinco libros, el último prologado por Camilo José Cela, y le premian cuentos escritos, como el Emilio Panach, o crea programas para la televisión y colabora en prensa con articulos.
Es difícil resumir la vida, la obra de Manolo Royo. Y acaso no sea tampoco un momento para la memoria; porque él nos presenta cada día su perenne juventud, que tal vez sea la expresión de un alma risueña, alegre, y el deseo de seguir siendo testimonio de una dedicación humana, tan necesaria, como la de querer transmitir simplemente, lo mejor de la vida. Puede que solo sea, otra forma de ser Aragonés.
Embajador de INDEPF (Instituto de Investigación y Desarrollo Social de Enfermedades Poco Frecuentes) | |
File Size: | 537 kb |
File Type: |